La cresta de gallo (Isoplexis canariensis), arbusto de bellísima floración propio de la laurisilva, ha vuelto a ser localizada en la Gomera cinco décadas después de que fuese citada por el botánico sueco Eric Sventenius.

Hoy 22 de mayo se celebra el día internacional de la biodiversidad. Este término, relativamente reciente, pues fue acuñado a finales de los años ochenta del siglo pasado,  hace referencia a la amplia variedad de seres vivos, numero de especies, con su variabilidad genética,  y los ecosistemas existentes en nuestro Planeta. Se trata de una palabra nacida para triunfar, pues hoy es de uso común, comprendida por buena parte de la sociedad.

La palabra surge ligada a la enorme crisis que sufre la biodiversidad en nuestro Planeta, como consecuencia de la actividad humana. El ritmo de extinción de especies se acelera cada vez más, especialmente en las Islas que apenas con un 4 % de la superficie emergida concentran el 60% de las extinciones conocidas. Las islas oceánicas del mundo tienen la maravillosa peculiaridad de sostener una biodiversidad única de especies endémicas que no habitan en otros lugares del Planeta. Esta originalidad se debe a su aislamiento que favorece una evolución diferenciada respecto a la de los continentes. Esta singularidad  de la biodiversidad,  y los peligros que la acechan, se producen en grado extremo en Canarias. Somos la capital de la biodiversidad endémica de la Unión Europea pero también somos la capital de la extinción de este espacio político-geográfico.

La biodiversidad del Planeta es todavía muy poco conocida. La principal razón es, sin duda, lo inabarcable de su extrema riqueza, la inmensa cantidad de especies, probablemente millones, que quedan por descubrir, pero también la escasa prioridad que se le da a su estudio y conservación. Se gasta bastante más dinero en el conocimiento del cosmos que en el conocimiento de la diversidad de vida que comparte con nosotros el Planeta y nos sustenta.

Siguiendo la premisa de que para conservar es necesario conocer, una importante tarea, insuficientemente conocida de la gestión del Parque Nacional de Garajonay,  corresponde a la mejora del conocimiento de sus valores naturales, entre los cuales esta su biodiversidad. En el momento de su creación en el año 1981 estos conocimientos eran bastante limitados, debido, en parte, a las dificultades de comunicación de la Isla hasta mediados de los años 70 del siglo pasado, momento en que se modernizan las comunicaciones marítimas desde el sur de Tenerife. A pesar de ello, antes de estas fechas, numerosos naturalistas, principalmente extranjeros, visitaron y estudiaron la flora y fauna insular, atraídos por la riqueza natural de la Isla,  contribuyendo al conocimiento y a la descripción de un gran número de especies únicas, las denominadas especies endémicas que son exclusivas de La Gomera. Entre estos científicos destaca, por su infatigable e inmensa labor, el botánico sueco Eric Sventenius que entre los años 50 y 70 del pasado siglo describió para la ciencia un gran número de especies de flora endémica de La Gomera. El área de la Isla que mayor atractivo concitó entre los científicos fue el barranco del Cedro, siendo numerosísimas las citas de especies relacionadas con estos parajes, que, de esta forma, se conviertieron en uno de los lugares de peregrinación de los naturalistas que visitaron las Islas y que contribuyeron a crear sobre sus majestuosos bosques de laurisilva una aureola de santuario de la biodiversidad.

Un hito importantísimo para el conocimiento de la flora de los montes gomeros fue el estudio de Inventario florístico de la laurisilva de La Gomera, realizado poco antes de la creación del Parque Nacional, por el botánico alemán, G. Kunkel, por encargo del ICONA, organismo estatal responsable, por aquel entonces, de la gestión de estos bosques.

Con la creación del Parque Nacional se inicia una etapa en la que se planifica y organiza la obtención de información científica. En lo que se refiere a la mejora del conocimiento de la biodiversidad del Parque, y en concreto de las especies que lo habitan, destacan, entre otros,  los siguientes trabajos promovidos por el Parque:

  • Estudio de la avifauna del Parque Nacional, coordinado por el ornitólogo Keith Emmerson.
  • Banco de datos de la fauna invertebrada, coordinado por el entomólogo Pedro Oromí de la Universidad de La Laguna, en el que por primera vez se dispone en Canarias de una detallada información sobre la fauna invertebrada para un área determinada de su geografía. Este trabajo pionero puede considerarse un antecedente del actual Banco de datos de Biodiversidad de Canarias (BIOTA), un proyecto que ha permitido que Canarias sea uno de los pocos sitios en el mundo donde se ha conseguido reunir una inventariación completa y sistematizada de su biodiversidad.
  • Estudio de la flora criptogámica del Parque, (hongos, musgos y líquenes), coordinado por la micóloga Dª. Esperanza Beltrán, de la Universidad de La Laguna.

A estos trabajos, que constituyen el esqueleto principal del conocimiento actual existente, se unen los trabajos y aportaciones realizadas por diferentes proyectos y personas relacionadas con el Parque.  A esto hay que añadir la implantación de un sistema de autorizaciones, seguimiento y control de las actividades científicas que se realizan en el Parque por parte de científicos de todo el planeta, evitandose con ello el riesgo de dispersión de la información obtenida. Con todos los datos aportados por la documentación generada se ha desarrollado un banco de datos de la biodiversidad del Parque que almacena, de forma ordenada y accesible, la información que se va produciendo, permitiendo que esta esté disponible para su uso. Para ello se  trabaja en colaboración  y coordinación con el mencionado BIOTA y cuenta con el asesoramiento voluntario de científicos expertos en distintas ramas del conocimiento.

El Parque Nacional de Garajonay realiza periódicamente la actualización de la información disponible sobre su biodiversidad  que, de forma muy resumida, nos proporciona el siguiente balance en este momento:

El número total de especies conocidas que habitan el Parque Nacional de Garajonay es de 3.095 especies, de las cuales 1.993 corresponden a plantas y 1.111 corresponden a animales. Estas cifras son muy superiores a las que se disponían hace tan solo un cuarto de siglo,  a mediados de los años 90 del pasado siglo, en que el número total de especies conocidas no alcanzaba las 1.900 especies. Estos datos manifiestan con claridad el espectacular salto producido en el conocimiento de la biodiversidad del Parque.

No obstante, se tiene la certeza de que estas cifras son muy inferiores respecto a la biodiversidad que realmente vive en el Parque. Grupos como los hongos o la fauna invertebrada, son los más desconocidos  y cuentan con un gran potencial para que los números de las especies citadas en el Parque continúen aumentado..

A destacar, asimismo, el gran número de especies endémicas que habitan en el Parque, con un total de 931 especies. De estas, 234 son exclusivas de La Gomera, a las que se añaden otras 571 que también viven en el resto de las Islas Canarias así como otras 126 especies que son compartidas con otras islas de la Macaronesia, principalmente la Isla de Madeira.

En los siguientes cuadros se aporta información sobre cómo se reparten las cifras de biodiversidad del Parque por grupos de flora y fauna, diferenciándose los endemismos.

 

 

FLORA

TOTAL ENDEMISMOS
EG EC EM
Flora vascular 594 45 101 36
Hongos 620 3 6 4
Líquenes 526 2 5 13
Briofitos 248 1 15
Algas 5
TOTAL 1993 50 113 68

 

Riqueza florística del Parque Nacional de Garajonay

EG: Endemismos gomeros, EC: Endemismos canarios, EM: Endemismos macaronésicos.

 

 FAUNA

TOTAL ENDEMISMOS
EG EC EM
Mamíferos 12 1 1
Aves 43 12 5
Reptiles 2 1 1
Anfibios 1
Invertebrados 1053 183 444 52
TOTAL 1111 184 458 58

 

Riqueza faunística del Parque Nacional de Garajonay

EG: Endemismos gomeros, EC: Endemismos canarios, EM: Endemismos macaronésicos. 

En 1988, Norman Myers creó el concepto de punto caliente de biodiversidad para referirse a las zonas de alta biodiversidad del Planeta, lugares que merecen un especial cuidado y atención por albergar una elevada concentración de especies. Considerando a La Gomera en su conjunto, los datos disponibles nos indican una interesantísima conclusión, la Isla tiene la mayor densidad de endemismos no solo de Canarias si no de toda la Unión Europea. Una parte importante de la “culpa” de que la Gomera sea un destacadísimo punto caliente de biodiversidad se debe a la aportación del territorio del Parque Nacional de Garajonay.

No es posible hablar de este inmenso patrimonio natural que atesora nuestra isla sin volver a recordar que muchas especies se encuentran amenazadas por causas relacionadas con la actividad humana como son el ganado asilvestrado, la desecación de las corrientes y puntos de agua, el cambio climático, etc. En otra ocasión trataremos de los problemas que acechan nuestra biodiversidad única. Hoy simplemente toca celebrarla y recordar que tenemos como sociedad una responsabilidad y un reto enorme para preservarla.