El Ayuntamiento de San Sebastián de La Gomera reabre desde este miércoles, 15 de julio, las instalaciones de la Guardería Municipal Iballa, cerradas desde hace cuatro meses por la crisis sanitaria de la Covid-19.
Una reapertura que se producirá de forma gradual, tal y como se ha informado a los padres, con una parte de alumnado, veinticinco en total, que se incorpora desde el miércoles y otra parte que lo hará a primeros de agosto, con el objetivo de evaluar correctamente los protocolos implementados y garantizar la máxima seguridad de usuarios y trabajadores.
En este sentido, el alcalde de San Sebastián de La Gomera, Adasat Reyes, destacó que “la apertura supone continuar dando pasos hacia la normalidad, pero sin perder la perspectiva de que el virus y sus riesgos continúan estando presentes en nuestra vida diaria, motivo por el cual hemos implementado un protocolo en el que se establecen las distancias, junto a las medidas higiénicas y sanitarias más estrictas, con el fin de evitar cualquier contagio que pudiera producirse en dichas instalaciones”.
Para el regreso a la guardería se ha dado prioridad a los menores cuyos progenitores puedan certificar la incompatibilidad de su horario laboral con su cuidado, a las familias monoparentales y las que tengan necesidades extremas que le impidan la conciliación. “Con ello, restablecemos de forma progresiva la posibilidad de conciliar la vida laboral y familiar, priorizando a aquellas familias a las que esta situación les continúa generando importantes problemas en su día a día”, indicó el concejal de Educación, Libertad Ramos.
De esta forma, el centro contará con los ratios y espacios mínimo que marcan las recomendaciones fijadas por el Gobierno de Canarias. “Aún así, hemos optado por incrementar las medidas de protección en todos los ámbitos”, destacó el concejal quien garantizó que la limpieza y la desinfección permanente del centro y sus elementos será una prioridad, así como la presencia de líneas divisorias e indicativas a la entrada y salida del inmueble para evitar aglomeraciones. En este sentido, habrá puertas distintas para la entrada y la salida para evitar coincidir en el tránsito lo menos posible.
Asimismo, el alumnado no podrá entrar al centro con los zapatos de la calle, siendo obligatorio el uso de calcetines deslizantes o similares, deberá salir al patio de forma gradual y se limitará a dos grupos como máximo la presencia en el comedor. Además, en el hipotético caso de que se detectara que alguno de los pequeños presentará algún tipo de síntomas, se le acompañará al un espacio individual preparado para ello mientras llegan los padres a recogerlo.
Finalmente, en lo que respecta al protocolo que deberá el propio personal, destaca el uso permanente de mascarillas, así como puntualmente de pantallas protectoras, debiendo extremar el lavado de manos y cambiarse de ropa siempre en el propio centro.