La Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro, Ashotel, ha solicitado de forma urgente comparecer en sede parlamentaria, concretamente ante la Comisión de Turismo, Industria y Comercio, para exponer a los diputados y diputadas la situación crítica que atraviesa el sector turístico canario y el riesgo inminente al que se expone el Archipiélago si no se empiezan a tomar, por parte del Ejecutivo canario, medidas claras y específicas que permitan salvar la próxima temporada turística de invierno 2020-2021.
En una carta dirigida al presidente de la Cámara autonómica, Gustavo Matos, el presidente de Ashotel, Jorge Marichal, expone que la temporada de verano 2020 ya está perdida tras el anuncio del pasado mes de julio del Gobierno británico de imponer una cuarentena a los ciudadanos británicos que regresaran a su país procedentes de España. Esta situación ha provocado cancelaciones en masa y la suspensión de operaciones con Canarias por parte de los principales turoperadores británicos hasta finales de agosto, con lo que la temporada estival prácticamente está perdida.
Sin embargo, insiste Marichal, “no podemos correr el riesgo de perder también la temporada de invierno 2020-2021 o nos veremos abocados a una crisis económica en Canarias sin precedentes, con unas cifras de desempleo superiores al 40% de la población y de la que difícilmente nos recuperaremos en muchos años”.
Ashotel considera que aún se está a tiempo de adoptar medidas que permitan salvar la temporada de invierno y evitar un colapso económico en el Archipiélago, “pero estas medidas deben tomarse ya, de forma inminente, y que sea el Gobierno de Canarias el que reclame al Gobierno de España aquellas otras que le competan. Tenemos que reaccionar o serán otros muchos los países los que seguirán recomendando a sus nacionales no venir a Canarias”, explica Marichal.
Entre esas medidas, la patronal hotelera insiste en una de sus demandas de estos meses: la implementación de unos ERTE específicos para el sector turístico, adaptados a las empresas turísticas, que sean flexibles y permitan la exoneración para los que no puedan trabajar porque no haya demanda. Asimismo, la otra medida solicitada de forma insistente por parte de la patronal hotelera es que cualquier solución para garantizar un desarrollo seguro del turismo en las Islas pasa de forma ineludible por controles sanitarios correspondientes en la entrada y salida del Archipiélago, una medida que se aplica en otros destinos turísticos y territorios europeos. Esto permitiría otorgar confianza y seguridad tanto a quienes visitan las Islas como a sus residentes.
Desde el sector hotelero al que representa Ashotel se ha hecho un esfuerzo ímprobo para preparar los establecimientos ante la nueva normalidad impuesta por la COVID-19, como la adopción de protocolos higiénicos, sanitarios y de seguridad, formación del personal o implantación de soluciones técnicas y tecnológicas para el control de posibles positivos, entre otras.
Sin embargo, añade Marichal, “nada de esto será efectivo si no garantizamos que los turistas que tanto necesitamos recibir estén libres del virus; esta situación puede agravarse a partir de septiembre”. “Si no lo hacemos, pronto seguiremos el camino de otros muchos destinos peninsulares que se enfrentan, tras una temporada de verano nula, a despidos, cierre de empresas, conflictividad social y un colapso económico sin precedentes”, apunta el presidente de la patronal hotelera.