Los Presupuestos en La Gomera no promueven un crecimiento económico y equilibrado y mucho menos sostenible y solidario entre los municipios. Son unos presupuestos partidistas que, básicamente, son los que ASG ha impuesto al PSOE. Estas cuentas, casi idénticas a las del 2021, pero con más de 19 millones de incremento presupuestario del que solo un 20% se destinará a gasto social, no responden a la realidad social y económica de la Isla. No son una solución a la crisis pandémica, son una solución para quienes gobiernan.
No se entiende que el aumento del presupuesto para 2022 no se destine a reforzar las políticas sociales ni que tampoco sirva para fortalecer el tejido económico. Eso es lo que se desprende de la partida destinada por el Gobierno insular a los proyectos de dinamización económico, una partida de 175.000 euros de los 19 millones en los que subió el presupuesto insular con respecto a los del pasado ejercicio.
Gran parte del presupuesto se destina, al igual que en el ejercicio anterior a proyectos turísticos. No tendríamos mucho que objetar si el Gobierno de ASG hubiera sido diligente con los proyectos que ha anunciado a bombo y platillo y consignado en otros ejercicios presupuestarios sin que hasta ahora se haya ejecutado nada. Un ejemplo es el museo turístico Casa Ayala que se incrementa con respecto al año anterior en 1.200.000 euros; también el Mirador Juan Rejón al cual se sigue destinando la misma cantidad pero no se le encuentra una solución viable para su puesta en funcionamiento o el Consultorio de Alajeró, que tiene de presupuesto más cantidad que la que costaba su construcción, y solo faltan algunas cosas que no llegan a 300.000 euros. Además, se presupuestan nuevos proyectos como el Teleférico de Agulo, la rehabilitación de la casa Pedro García Cabrera, el Centro de Interpretación de la uva forastera turismo enológico o el Centro de Interpretación de la antigua Central Hidroeléctrica de Hermigua. Son proyectos que venden como nuevos en unos casos, y que en el caso de llevarse a cabo, quedan en el olvido porque no hay un proyecto de actividad para darles continuidad para que cumplan el cometido para los que fueron ideados. ¿Funciona el Mirador de César Manrique, la Casa de los Lugo, el Mirador de Abrante, la Casa de la miel de palma, la Casa de los Pérez, la Quesería Insular, el Centro Insular de Artesanía para formación y venta, el Centro de Visitantes, la Casa de la miel de abeja? La respuesta es NO.
Es muy significativo la inversión en infraestructuras viarias que suponen casi un 45% del presupuesto, que solo producen un medio de vida de “asfalto y piche” siendo considerable el incremento de la variante de Vallehermoso, que es necesaria, pero no se pueden gastar casi 11 millones de euros en este ejercicio. Mientras, la inversión en infraestructuras sanitarias y sociosanitarias suponen un 15% del presupuesto, una cifra insuficiente para proporcionar a la población una asistencia de primer nivel, como un hospital de día, fundamental para mejorar la calidad de vida de los gomeros y gomeras y evitar traslados a Tenerife; o un Centro de Salud digno para Valle Gran Rey, acorde a su población y a su condición de municipio turístico. ¿Que dice ahora la actual diputada del PSOE?
Y qué dice sobre esto el actual Gobierno insular y el Ayuntamiento, que no permitieron realizar transitoriamente la ampliación prevista, hasta la construcción del nuevo centro que merecen los ciudadanos. Un proyecto que estaba presupuestado y que era la mejor solución, para un periodo transitorio hasta la construcción del nuevo centro, que dotaba al actual de un servicio de urgencias separado, con servicio de rayos y laboratorio, impidiendo el traslado de más de 100 km de ida y vuelta a muchos vecinos y vecinas.
La vivienda siempre ha sido una necesidad, situación que se agravó desde el boom de los alquileres vacacionales, pero actualmente se ha agravado la situación y es una emergencia para muchos gomeras y gomeros que ha provocado en despoblamiento de algunos núcleos, en varios municipios. Sin embargo, y para ese fin el Gobierno Insular y de Canarias no destinó ninguna partida, dando el Instituto Canario de la Vivienda como respuesta que no hacían falta viviendas en la Isla. Sin embargo, después de las enmiendas que presentó CC, y el sentir de los ciudadanos nos anuncian que se van a construir viviendas, pero es que también es necesario, la reparación y reposición de viviendas.
Cómo vamos a creer aún en el Mirador Juan Rejón, trasvase de Acanabre, la mejora en los Regadíos de Hermigua – que sea una realidad – mientras el famoso Centro de Talasoterapia de Hermigua con más de cinco millones de euros invertidos, está prácticamente para restaurar, después de destinarlo al abandono; tampoco hay acceso al pescante de Hermigua. La inversión en nuevos centros turísticos, como el Teleférico de Agulo no es más que una utopía en la que invertir el dinero que no se gastan en las familias que están pasando necesidades en esta isla. A esto hay que sumar una política de empleo errática, de listas pocos transparentes para trabajar en las encomiendas de Gesplan y Tragsa a lo que hay que sumar que no se ha ejecutado el plan de empleo con el remanente 2020 de tres millones de euros de una enmienda de CC para impulsar el empleo entre los jóvenes y mujeres gomeros.
Me imagino, que al igual que en otras islas, es cierto que crece el presupuesto pero la incapacidad que esta demostrando esta administración para ejecutar los mismos cada año, a pesar que parezca que aumentan de un año para otro, dejan un dramático balance. Están haciendo menos con más recursos, están engañando a la ciudadanía. Es tan responsable el que pone lo que le piden como el que pide sabiendo que es incapaz de ejecutar las partidas solicitadas.
En resumen, hay que manifestar, que se dice una cosa y se hace otra, es decir se incrementa la inversión, pero realmente el nivel de ejecución baja y no atiende a las necesidades de los ciudadanos. No hay apuesta para generar empleo, para que haya igualdad de oportunidades. Hay políticas de siempre para los mismos. Y estos son unos presupuestos para que La Gomera siga estancada y algunos sigan viviendo del cuento.