La Gomera no dispone aún de un cuerpo oficial de Bomberos, pero sí de un grupo de voluntarios que con muchas dosis de altruismo, generosidad y con una conciencia de entrega social fuera de toda duda desarrollan esa labor a diario. Justo el mismo motor que mueve a los voluntarios de Protección Civil en la isla colombina. Dos equipos que realizan numerosas intervenciones cada año en materia de emergencias y salvamento y cuyos méritos van en aumento.
Recientemente, los voluntarios que integran este servicio de Bomberos y Protección Civil en La Gomera quisieron perfeccionar su formación ante una posible emergencia con riesgo eléctrico y para ello se trasladaron hasta las instalaciones de la central térmica El Palmar, situadas en San Sebastián de La Gomera. También accedieron a un centro de transformación subterráneo, cedido por el Consejo Insular de Aguas. En ambas visitas pudieron escuchar de primera mano las explicaciones del experimentado personal de las áreas de Generación y Distribución de Endesa, quienes asesoraron al equipo de voluntarios sobre cómo actuar ante un incidente eléctrico que precise de la intervención de los equipos de emergencias cuando el escenario afectado es una central térmica o un centro subterráneo creado para el tratamiento y distribución de la energía.
Una docena de voluntarios de bomberos y de protección civil de La Gomera participantes en el curso ‘Intervención en emergencias con riesgo eléctrico’, dirigido por el profesor Amado Guerra Trenzado y organizado a instancia de la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, pudieron conocer los entresijos de una central térmica a través del recorrido por las instalaciones de El Palmar.
El responsable de la central térmica, Carlos Escuela, añade que “es un grupo de voluntarios muy cohesionado y durante su visita a la central demostraron máximo interés por aprender el funcionamiento de una central térmica y todo aquello que deben tener en cuenta en caso de tener que actuar como equipo de emergencias en una situación de riesgo eléctrico. Son jóvenes voluntarios con un gran potencial” También contaron con las explicaciones de Raúl Negrín y Rodolfo García, dos técnicos con mucha experiencia en la central de La Gomera.
Los voluntarios arrancaron el curso aprendiendo a colocarse correctamente algunos de los elementos creados para salvaguardar su integridad física. Por ejemplo, comprobaron que es cuestión de práctica y habilidad garantizar la estanqueidad de los guantes de protección utilizados para los trabajos de alta y media tensión.
Se realizaron varias pruebas del sistema contraincendios de la central. Una de ellas consistió en activar la refrigeración de uno de los tanques de almacenamiento de combustible, un sistema utilizado en las centrales en caso de incendio de alguno de los depósitos. De esta manera los bomberos aprendieron ‘in situ’ cómo evitar que el fuego alcance los tanques cercanos y crear una barrera ante un posible siniestro. Otro de los momentos que más interés suscitó entre los asistentes fue el sistema de seguridad accionado durante las operaciones de descargo, el proceso y la tecnología utilizada.
El tratamiento de los residuos, el detallado cuidado medioambiental de la central térmica El Palmar que se distingue por reunir varias certificaciones internacionales, entre ellas la ISO 14.000, la sala de control, el parque de almacenamiento de combustible, la espacio ocupado por las baterías, la sala de bombas contraincendios y la zona de contratas, fueron algunos de los lugares mostrados al grupo de emergencias durante su recorrido de formación por la central térmica de Endesa en La Gomera.
Tras conocer los detalles sobre el plan de emergencia de la central El Palmar, los voluntarios siguieron su formación en riesgo eléctrico conociendo el punto de almacenamiento de material de Endesa, a través de la filial E-distribución, en La Gomera. En esta ocasión, el técnico responsable del área Distribución, Rafael García, fue el encargado de familiarizar al grupo con todos los elementos que pueden encontrarse a los largo de los 85 kilómetros de la red eléctrica de la Isla, su uso y cómo manipularlos en caso de accidente eléctrico.
A continuación, llegó uno de los momentos más esperados por el equipo de voluntarios en formación. Al poder desplegar el trípode, los arneses y todo tipo de medidas de seguridad para acceder a uno de los centros subterráneos de transformación, propiedad del Consejo Insular de Aguas y cedido para las prácticas. Una vez en su interior conocieron todos los elementos asociados a la distribución de la energía, evaluando el riesgo en caso de incendio y simulando un plan de rescate de trabajadores apresados en estas instalaciones subterráneas.
Rafael García expresa “la importancia de contar en la Isla con personal de emergencia especializado en incidentes eléctricos. De ahí que la formación de estos voluntarios en riesgo eléctrico nos permite avanzar en el plan de seguridad de nuestro trabajo en las numerosas intervenciones que tenemos en la red eléctrica de la Isla”.