La Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras Canarias agradeció este martes a la presidenta del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH), María Teresa Gutiérrez, que haya reconocido, por fin, en una emisora de radio, que la intención del Gobierno canario es cambiar el estatus del Instituto, que pasará a tener un carácter más alejado de la gestión pública.
El sindicato recuerda que, desde el pasado mes de mayo de 2022, viene denunciando, mediante una convocatoria de huelga, que la pretensión del Gobierno no ha sido otra que la privatizar, de forma encubierta, el servicio de donación de sangre, por lo que este no estaría enmarcado en el Servicio Canario de Salud, como un organismo autónomo, sino que se convertiría en una entidad pública empresarial, con un régimen jurídico mixto público-privado.
La diferencia, fundamental, señala el sindicato, es que, a diferencia de los organismos autónomos, las entidades públicas empresariales pueden generar ingresos que costeen su actividad, algo que estaría bajo el amparo del derecho privado común, como cualquier otro tipo de sociedad mercantil.
A juicio de FSC-CCOO, no deja de resultar paradójico que una entidad que, como el ICHH, se nutre de la solidaridad de los canarios y canarias pueda definir su línea de actuación como una actividad comercial, pues cabría preguntarse con qué mercancía piensan obtener dinero si no es con la sangre donada por la ciudadanía.
El sindicato señala que el afán privatizador por parte del Gobierno canario se pone aún más de manifiesto cuando la presidenta del ICHH, Teresa Gutiérrez, firmó una resolución, el pasado 27 de mayo, en el que despoja a los empleados del Instituto del carácter de empleados públicos. Sin embargo, cuando hubo que detraer de la nómina la paga extraordinaria o la reducción del 5% del sueldo con motivo de la crisis económica iniciada en el año 2008, no hubo mayor obstáculo para que los trabajadores del ICHH fueran considerados como cualquier otro empleado de la administración canaria.
FSC-CCOO considera que, con esta conversión a una empresa pública empresarial con ánimo comercial, no se está apostando por la condición de servicio público esencial que debería tener el Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia. Recuerdan que, en cualquier caso, este organismo siempre ha sido uno de los peor tratados en la administración pública canaria, siendo usado como moneda de cambio para obtener el favor de algunos partidos, a los cuales se encomienda sistemáticamente su gestión sin atender a si esos gestores consiguen cumplir con los importantes objetivos que debe tener una entidad tan esencial para el funcionamiento de la sanidad canaria.