El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, ha subrayado que la “devoción por la Virgen de Guadalupe está dentro de la cultura y de la forma de ser de los gomeros”. Estas palabras se unieron a una amplia reflexión sobre los estrechos vínculos que perduran entre la sociedad gomera y su patrona, y que vuelven a sentirse en días como el de la Bajada.
“Hay personas que se dicen no religiosas, pero que confiesan sentir una extraordinaria devoción por la Virgen”, aseguró Curbelo, quien remarcó que al margen de cualquier vínculo religioso, “estos días también son momentos de unidad y reencuentros, especialmente, de aquellos que regresan a su isla cada lustro”.
Relató que, aunque se vive en un mundo muy distinto del de hace dos siglos, cuando se celebró la primera Bajada, “la devoción permanece enraizada en la sociedad gomera”. Al igual, dijo, que en otras regiones de España y del mundo como Extremadura y México, porque la Virgen de Guadalupe “es una figura que atrae la fe de un lado y del otro del Atlántico, un puente en el que pueden encontrarse pueblos que hablan la misma lengua y que comparten historia”.
Curbelo aprovechó estas palabras para alertar de que en estos nuevos tiempos, las sociedades siguen padeciendo “viejos males”, en referencia a la incomprensión, la intolerancia y la división, que según afirmó, “se han instalado en un mundo que, sin embargo, dispone del mayor bienestar jamás disfrutado por ninguna otra generación”.
En contraposición, puso en valor la hospitalidad de la sociedad gomera, “que es lo mejor del espíritu de los canarios, algo de lo que nos podemos sentir muy orgullosos porque ha resistido firmemente al paso del tiempo”.