El portavoz de Educación del Grupo Parlamentario Socialista, Marcos Hernández, ha criticado la dimisión del director general de Infraestructuras Educativas del Gobierno de Canarias, Fernando Miñarro (ASG), por falta de recursos y de organización en la Consejería de Educación gestionada por el Partido Popular, y ha afirmado al respecto que es una consecuencia de la política de nombramientos del Ejecutivo autonómico basada en “satisfacer equilibrios de poder e intereses partidistas”.
Para Hernández, la estructura del actual Gobierno canario “sólo obedece” a un reparto “partidista” de los cargos públicos entre los partidos políticos que forman el Ejecutivo, lo que ha supuesto que este Gobierno sea el “más caro y numeroso” de la historia de Canarias, como ya ha denunciado el Grupo Socialista desde el inicio de legislatura.
“Nos encontramos ante una estructura de Gobierno que no está al servicio del interés general, sino al servicio de los intereses de Coalición Canaria (CC), del Partido Popular (PP), de la Agrupación Socialista Gomera (ASG) y de Agrupación Herreña Independiente (AHÍ)”, afirmó.
El portavoz socialista califica de “significativo” que esta dimisión se haya producido precisamente en la Consejería de Educación, “el área que más vaivenes está dando” en el actual Ejecutivo autonómico a pesar de los escasos meses que llevan en el Gobierno. “Se trata de una dimisión que no está relacionada con motivos personales, sino que obedece exclusivamente a insatisfacción por cuestiones organizativas, a que no dejan gestionar al director general tal y como él mismo ha trasladado”.
Para Hernández, con esta situación “es normal” que se produzcan dimisiones. “La Consejería de Educación está demostrando en pocos meses su nefasta labor y que no dotan de capacidad de gestión a sus altos cargos. La privatización de la Educación de 0 a 3 años, la suspensión de las clases fuera de la alerta por altas temperaturas y la falta de un plan claro para la renovación de las infraestructuras educativas de las islas con claros ejemplos”.
En su opinión, con esta dimisión se “constata” que el Gobierno de Canarias es el “pacto de la desconfianza como ya venimos advirtiendo”, con cargos orgánicos cruzados en las Consejerías “para vigilarse unos a otros. No se entienden ni se fían entre ellos”.