El portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Agrupación Socialista Gomera (ASG), Jesús Ramos, ha solicitado este lunes a la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Esther Monzón, que habilite en todas las islas consultas específicas para pacientes con COVID persistente, con el fin de ayudar a superar la difícil realidad que viven a diario, en el archipiélago, alrededor de 30.000 personas afectadas por esta enfermedad.
Jesús Ramos, que preguntó a la titular de Sanidad por las previsiones de su departamento para dar plena operatividad a la Estrategia de COVID persistente de Canarias 2022-2026, apeló a la puesta en marcha con agilidad de las medidas incluidas en este documento y a atender las reivindicaciones presentadas al Gobierno canario por los pacientes que sufren las secuelas de este virus.
Durante su intervención, dio las gracias a todos los profesionales que participaron en la elaboración de esta estrategia y, sobre todo, hizo hincapié en aquellos trabajadores del sector de la salud, voluntarios, cuerpos de seguridad y agentes sociales que estuvieron en primera línea en aquellos momentos tan duros como los padecidos durante la pandemia.
El diputado de ASG recordó que la estrategia fue presentada en octubre de 2022, por el anterior Ejecutivo, con dos unidades multidisciplinares. En ella se establecía un modelo asistencial multidisciplinar para la atención de esta patología y dar respuesta a aquellas necesidades de los pacientes de manera eficaz, eficiente y continuada en el tiempo.
Según dijo, hoy en día nos seguimos enfrentando a una realidad marcada por la persistencia de esta enfermedad, que afecta a todas las edades, inclusive a la pediátrica. A tenor de los datos oficiales, se puede cifrar que un 10% de las personas que han sido infectadas por la COVID sufren posteriormente esta enfermedad de manera continua.
A su juicio, aunque esta estrategia no solo responde a la urgencia del presente, sino que sienta las bases para un futuro más robusto y preparado ante las posibles pandemias que puedan surgir, se debe poner el foco en cómo se está llevando a cabo su implementación y, a la vez, ser críticos en aquellos puntos donde se puedan apreciar deficiencias y actuar con celeridad y contundencia para mejorarlos.
En este sentido, se refirió a las inquietudes que presentan numerosos pacientes para agilizar las pruebas médicas, pues existen largas esperas –en torno a más de año y medio–, reducir las trabas burocráticas o aplicar protocolos que aceleren los procesos administrativos vinculados tanto con la baja laboral como también la adaptación de los puestos de trabajo.