La tensión era tal que,según fuentes conocedoras de las conversaciones,José Miguel Pérez “amenazó” con dimitir de todos sus cargos -incluido el de vicepresidente del Gobierno- si no se aprobaba su propuesta. La lista fue refrendada por 162 compromisarios frente a 64 blanco.
Habida cuenta de que más de 50 delegados al duodécimo congreso,celebrado este fin de semana en Adeje,se marcharon antes de tiempo,el porcentaje de sufragios a favor fue del 67%. En la víspera,el secretario general salió reelegido con un respaldo del 53,9%.
La principal damnificada de esta convocatoria es la delegación de Tenerife,que presionaba para colocar a Javier Abreu en la Secretaría de Organización. La negativa del secretario general provocó una rebelión que José Miguel Pérez intentó neutralizar con el nombramiento de algunos representantes de esta Isla,como el lagunero Gustavo Matos y el concejal en Santa Cruz de Tenerife Tino Guzmán,que sustituye precisamente a Javier Abreu en Acción Electoral. El líder de la segunda agrupación del PSOE en el Archipiélago renunció a un puesto de consolación y ha sido designado para el Comité Federal,junto a Casimiro Curbelo y otros tres representantes canarios. Sin embargo,José Miguel Pérez no es santo de la devoción de todos los tinerfeños bendecidos por él. Algunos de ellos confesaron,desde la confidencialidad,que están ahí “obligados”.
Pérez ha diseñado un equipo más compacto que el precedente. Aunque el número de miembros aumenta en uno,las áreas se reducen de 30 a 24 y las vocalías pasan de 6 a 13. La gran novedad es la creación de dos vicesecretarías,para premiar a Francisco Hernández Spínola (Política Institucional y Economía) y a Manuel Marcos Pérez (Asuntos Políticos y Comunicación). Los dos se habían postulado para liderar el partido. Pérez compitió en 2010 y Spínola desistió por “lealtad”. Aparte de Julio Cruz en Organización,Dolores Padrón continúa como presidenta.
“He decidido con libertad,criterio y autonomía”,enunció el secretario general.