El PSOE andaluz vuelve a la carga, pero de forma mucho más sutil. Su secretaria general, Susana Díaz, ha lanzado este lunes varios mensajes a Pedro Sánchez dentro de la guerra abierta entre ambos por el control del partido. Tras replegar las tropas por el desgaste de imagen que habían causado sus ataques, la presidenta andaluza ha optado por suavizar el tono, acentuar su perfil institucional, pero mantener la dureza de fondo. Ante los diputados autonómicos, nacionales y senadores andaluces, Díaz ha presentado sus credenciales frente a Sánchez: votos y credibilidad, según informa El Mundo.
También le ha avisado de que su ejército se mantendrá fiel a sus directrices. Por voz propia y por la de dos de sus hombres fuertes: Juan Cornejo, número 2 del PSOE en Andalucía, y Antonio Pradas, número 3 de la Ejecutiva de Sánchez. «El 25% de los diputados somos andaluces. Es una gran responsabilidad en este momento de incertidumbre. Vamos a tener que ejercer como diputados, como senadores y como andaluces. Porque no es casualidad que tengamos ese respaldo; lo tenemos porque aquí se han hecho bien las cosas a nivel orgánico y de Gobierno. Nuestras políticas han servido de referencia para hacer campaña y tenemos credibilidad para articular medidas alternativas al Gobierno del PP. Ese plus nos lo debe la organización, debe reconocerlo, espero que así sea», ha advertido Pradas, que ha subrayado la «disciplina y lealtad» de los diputados andaluces.
Sus líneas rojas a Pedro Sánchez en las negociaciones para formar Gobierno son la unidad de España y la igualdad de derechos en todos los territorios. Especialmente dura se ha vuelto a mostrar contra Podemos, tras defender un «no rotundo» a Mariano Rajoy o «a quien pongan al frente del PP»
Susana Díaz ha venido a decir lo mismo, pero de forma velada. Sus líneas rojas a Pedro Sánchez en las negociaciones para formar Gobierno son la unidad de España y la igualdad de derechos en todos los territorios. Especialmente dura se ha vuelto a mostrar contra Podemos, tras defender un «no rotundo» a Mariano Rajoy o «a quien pongan al frente del PP».
Al partido de Pablo Iglesias le reprocha que se arrogue la representatividad de la gente normal en el Congreso, despreciando así a los miles de hijos de trabajadores, «carpinteros, calenteros o fontaneros», que han ocupado antes un escaño. Ella misma lo hizo de 2004 a 2008. «Me ha sentado muy mal», ha señalado. Con estos insistentes ataques a Podemos, la presidenta andaluza dificulta el entendimiento entre ambos partidos que busca Sánchez para intentar formar Gobierno.
Recuperar la identidad del PSOE
También ha defendido la necesidad de que el PSOE recupere su identidad, unproyecto «claro y reconocible» que le haga merecer la confianza mayoritaria de los españoles. «El PSOE tiene que reivindicar qué representamos, los valores que hemos aportado y lo que estamos en condiciones de aportar», ha señalado, antes de apuntar a Andalucía como modelo.
«Vamos a defender los intereses de Andalucía, que equivale a defender los intereses de España. Cuando Andalucía ha levantado la bandera de la igualdad, ha conseguido la igualdad para todos los territorios. El PSOE va a estar a la altura y el PSOE de Andalucía también. Porque en la calle la gente no entiende de qué se está hablando: de más grupos parlamentarios, más minutaje y más subvenciones. Porque los ciudadanos siguen teniendo los mismos problemas que antes de las elecciones. Antes del 20-D se hablaba de desempleo, de las pensiones, de la educación y la sanidad. Y ya nadie habla de eso, sino de cuestiones territoriales que no arreglan la vida de nadie, pero sí las componendas de algunos. En Andalucía sí nos preocupa eso», ha advertido.
«Somos un factor de estabilidad», ha asegurado, recordando su victoria electoral en las autonómicas, las municipales y las generales. «Hoy estoy más convencida. Andalucía aportará el equilibrio, el fiel de la balanza en un momento en el que que este país lo necesita», ha anunciado.
«Desde esa fortaleza cuantitativa y cualitativa, vamos a portar lo mejor que tienen los socialistas andaluces para marcar un rumbo distinto y bueno para el país», ha sentenciado.