José Precedo / Cristina Huete.- El mismo día en que el comité nacional electoral le proclamó candidato a la presidencia de la Xunta,Alberto Núñez Feijóo advirtió a la dirección de su partido que la victoria en Galicia pende de un hilo. Que el Gobierno de la Xunta ni mucho menos está garantizado y que su partido tanto puede ganar por dos escaños como perder por uno. Con ese escenario abierto,el presidente de la Xunta y candidato del PP pidió ayer ayuda a su partido,según han confirmado testigos presentes en el comité ejecutivo.
Feijóo compartió con la dirección nacional del PP su temor de que el voto de la derecha se fragmente y los electores desencantados con los recortes del Gobierno central acaben apostando por UPyD o las siglas de Mario Conde,en caso de que el exbanquero se decida a dar el paso.Mientras espera los resultados del último sondeo que ha encargado,la cúpula del PP gallego ultima una estrategia basada en la figura del presidente,Alberto Núñez Feijóo,que según todos los sondeos resiste mucho mejor que las siglas del partido.
Así que la fontanería trabaja en otra campaña a la imagen y semejanza del candidato,como ya sucedió en 2009 cuando empequeñeció las letras del PP e inventó el lema Feijó09 para lanzar a su cabeza de cartel. Junto a esa estrategia personalizada en su líder,los populares intentan contraponer “la unidad” que representa su partido frente al “riesgo de un tripartito on un cuatripartito” integrado por formaciones muy diferentes. Los argumentarios del PP apelan también a la “solvencia de Galicia” subrayando la idea de que frente a otras comunidades que han solicitado al Gobierno central el rescate,la Xunta paga en tiempo y forma. Los amagos de Conde,exbanquero y tertuliano de Intereconomía que el día 15 de este mes decidirá si concurre a la carrera electoral,inquietan en la sede del PP gallego por las papeletas que le puede restar en el flanco más a la derecha del partido y que pueden amenazar su mayoría en una elección que presumen muy ajustada. Mientras la dirección regional no oculta su preocupación con estos movimientos,el partido en Ourense y sobre todo los dirigentes más afines a la familia Baltar alientan las intenciones de Conde.
Ayer mismo el vicepresidente de la Diputación de Ourense y mano derecha de José Manuel Baltar cuando este diario le preguntó por las intenciones del exbanquero respondió: “Estamos en un Estado de Derecho y,como tal,toda persona o grupo que se vea capacitado para presentarse y aportar iniciativas y propuestas útiles para la sociedad y que contribuyan a combatir el escenario difícil en el que nos encontramos,deben hacerlo y ésta sería una alternativa política más”. Interpelado sobre si el nacimiento de otra fuerza política que compita desde la derecha puede amenazar los planes de Baltar Blanco en su provincia,Fernández explicó: “Aquí de lo que se trata es del interés general de los gallegos”.
Los populares ourensanos contrarios al sector de los Baltar entienden que la opción política de Conde no es más que otro amago de presión del nuevo presidente provincial del partido para conseguir colocar una vez más a los suyos en la lista de las autonómicas. “A ver si se presenta o no”,resumía en este caso uno de los exbarones del fundador del clan de los Baltar,el alcalde de Muíños y portavoz del PP en el Diputación,Plácido Álvarez,desmarcándose de la tesis del hombre de confianza del nuevo presidente. “Estos experimentos dan de sí lo que dan de sí y los gallegos y los ourensanos ya estamos de vuelta de estas cosas”,precisó antes de concluir: «Nosotros trabajaremos por nuestras candidaturas en la provincia de Ourense”.