«Era necesario». Los españoles,como las personas más cercanas al Rey Juan Carlos,consideran mayoritariamente que la decisión de abdicar la Corona era ya conveniente. Los ciudadanos lo dicen a las claras -76%- y,además,lo demuestran elevando su grado de apoyo a la Monarquía -56%- como forma de Estado para España. De hecho,si hubiera hoy un referéndum esta opción ganaría por 20 puntos a la republicana,según una encuesta de El Mundo..
El paso dado por el Rey ha sido bien acogido. Muchos lo deseaban desde el grave resbalón de Botsuana. La subida al trono de Felipe VI,a juzgar por la opinión de los españoles,tiene,al menos de momento,el efecto de una inyección de ánimo para una institución que en los últimos tiempos padecía de una seria depresión.
Inyección de ánimo para la Monarquía
La encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO habla de un 55,7% de ciudadanos que asegura respaldar la Monarquía como forma de Estado,y lo hace en un momento delicado,porque el hecho de la sucesión se presenta como la oportunidad propicia para que alcen sus banderas quienes apuestan por el cambio a un modelo republicano.
Este dato resulta aún más significativo si se compara con el que arrojaban los sondeos hace apenas seis meses. La encuesta de este periódico del pasado mes de enero señalaba un apoyo seis puntos menor (49,9% entonces,frente a 55,7% ahora). E incluso,en estos momentos,ha conseguido superarse el listón del 53,8% que el régimen monárquico conseguía en enero de 2013.
La Corona parece,por tanto,haber emprendido un claro movimiento «al alza»,como definía el propio Don Juan Carlos ante sus próximos el curso de su recuperación física. Con estos resultados,la primera impresión que se desprende es la de que el Rey no se ha equivocado al escoger el momento del adiós; a lo sumo,se puede apuntar que lo ha hecho in extremis porque esperar más -otros dos años-,aguardando el momento político propicio,podría haber sido letal.
Para fortalecer esta impresión basta comprobar que el respaldo que los españoles dan ahora a la Monarquía es mayor que el rechazo en todas las franjas de edad.
Únicamente los más jóvenes (entre 18 y 29 años) se dividen en dos bandos prácticamente idénticos: el 46,1% apuesta por el modelo monárquico en tanto que el 46,3% preferiría otro. A partir de ahí,y a medida que aumenta la edad del consultado,el apego a la Corona crece y alcanza su cota más alta entre los mayores de 65 años (72,6%) que,también,por cierto,son los que realizan un balance más positivo de la etapa de reinado de Juan Carlos I.
Este dato no resulta extraño porque son ellos los que,con los datos que proporciona la propia vivencia,establecen con mayor intensidad la comparación entre una época que coincide con la democracia y los 40 años previos de dictadura.
En cualquier caso,los ciudadanos puestos a echar la mirada hacia atrás y valorar en su conjunto el reinado de Juan Carlos I expresan una opinión positiva. El 65% hace un balance bueno o muy bueno,frente al 10,5% que lo califica de malo o muy malo.
Además,el sondeo demuestra cómo el apoyo a la Monarquía ha aumentado entre los ciudadanos independientemente de sus simpatías políticas. Así,por ejemplo,entre los votantes del PP ha subido del 77,7% al 80,3%; entre los del PSOE,el salto ha sido más llamativo pasando del 45,2% al 52,7% y,además,invirtiendo la tendencia,ya que hace seis meses en este grupo eran mayoría los que preferían una forma de Estado distinta a la monárquica.
De la misma forma,entre quienes aseguran ser votantes de Izquierda Unida el respaldo a la Corona aumenta y pasa en apenas medio año del 14,1% al 22,6%,al mismo tiempo que las preferencias de esta parte de la población por el modelo,se entiende que republicano,disminuyen del 84,7% al 72,7%.
Este subidón de popularidad que vive la institución se ha producido en muy poco tiempo. Cierto es que,desde principios de año,los españoles han vuelto a apreciar a un Rey activo,viajando,representando al país e impulsando sus intereses,especialmente económicos,pero el gancho que tuvo en otros tiempos resultaba muy difícil de recuperar. La nefasta cacería africana,el affaire Corinna y el ponzoñoso caso Nóos no llegaban a olvidarse. Ha sido necesario decidir el relevo en el trono para provocar,a modo de electroshock,un revivir.
Ahora,el 73% de los ciudadanos asegura estar convencido de que el Príncipe Felipe será un buen Rey. Lo creen así los españoles ya sean jóvenes o viejos,mujeres u hombres,de izquierdas o de derechas.
Y por eso,porque el Heredero les suscita confianza y porque creen que su momento había llegado ya,consideran masivamente -76,4%-,que Don Juan Carlos ha hecho bien abdicando la Corona. También sobre este punto coinciden los ciudadanos mayoritariamente,al margen de su edad o de su ideología.
La sensibilidad más contraria al paso dado por el Monarca se localiza entre quienes se reconocen votantes de Izquierda Unida. Entre ellos,un 30% no aprueba la abdicación. No se trata evidentemente de que estén apostando por la permanencia de Juan Carlos I,sino más bien de que rechazan la continuidad que garantiza la dinastía histórica.
Sin embargo,de la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO se desprende otra conclusión importante. El relevo en el trono y el apoyo que ahora suscita no debe interpretarse como un cheque en blanco. Los españoles se mostrarán exigentes.
Así se deduce del hecho de que un 30%,es decir,uno de cada tres,duda seriamente de que Felipe VI pueda recuperar el prestigio que a lo largo de los últimos años ha perdido la Monarquía.
El nuevo Rey contará con el margen de confianza que le da un 57% de la ciudadanía para reconstruir la imagen de la institución,pero no podrá descuidarse porque ahí está el 42% de los más jóvenes que recela de que lo pueda hacer. En buena medida aquí radica uno de los retos más importantes que deberá afrontar.
El propio Rey Juan Carlos justificó el pasado 2 de junio su decisión de abdicar la Corona en el convencimiento de que el país necesita de la fuerza y del impulso de una nueva generación,la que su hijo representa,con la que debe conectar y a la que ha de prestar imagen y,sobre todo,voz.