Cajasiete, tras la recogida de las sugerencias recibidas en el últimos meses de los clientes a través de la web y los perfiles de la entidad en redes sociales, ha adaptado dos de sus principales productos. Este proceso se ha acompañado de un concurso de ideas interno, entre los más de 350 empleados de la entidad, en los que cada trabajador podía aportar mejoras en cualquier producto, servicio o proceso.
Las principales modificaciones relacionadas con los productos que comercializa Cajasiete se han traducido en una primera fase en la creación de una nueva cuenta denominada «Abierta» que permite a cualquier usuario disponer de una cuenta, transferencias por Internet y tarjeta de débito sin gastos sin la obligación de domiciliar la nómina o la pensión, con la condición de presentar unos ingresos mensuales recurrentes en la cuenta.
El apartado de la web de esta nueva cuenta se ha convertido en uno de lo más consultados en www.cajasiete.com como reflejo del interés que ha suscitado. Por otro lado, se ha eliminado la restricción existente en la edad de contratación de la “Cuenta Pensión”, que antes era únicamente para personas mayores de 55 años, y que con la nueva configuración permite a toda persona con pensión domiciliada de la Seguridad Social beneficiarse de un conjunto de ventajas importantes entre las que se incluyen servicios gratuitos como la cuenta, transferencias por Internet y tarjetas de débito y crédito sin gastos.
Este proceso de escucha continua a los clientes y a los propios trabajadores, se afianza como una forma de organización de Cajasiete, para adaptar en cada momento, los productos y servicios a las demandas de los clientes y que ya facilitó el año pasado la opción de tarjeta de crédito gratuita para los colectivos nómina, pensión y autónomo dentro del gran número de ventajas con los que ya cuentan estos colectivos.
Cajasiete es la entidad financiera canaria que destaca por hacer Banca de Servicios. Por su vocación de servir a la comunidad, pone el foco en la relación con los clientes, teniendo en cuenta en sus decisiones no sólo fórmulas o cálculos sino también consideraciones personales. No se conforma con vender un producto, sino que va más allá, presta un servicio que satisfaga las necesidades de sus clientes.
