Por Casimiro Curbelo* Con la mirada puesta en el mes de septiembre, muchos hogares de Canarias ya comienzan a preparar la vuelta a los centros educativos. Como cada año, miles de escolares canarios continúan su andadura académica, mientras que otros comienzan la suya. Es justo en este momento cuando nos paramos a reflexionar sobre la importancia que tiene para todos nosotros la educación, pero sobre todo la necesidad de proyectar un modelo educativo de calidad y competitivo.
En esa línea, Agrupación Socialista Gomera (ASG) ha venido defendiendo iniciativas parlamentarias enfocadas en la mejora educativa en nuestra Comunidad Autónoma. Entre ellas, la eliminación de barreras para personas con problemas auditivos, o el incremento de las partidas presupuestarias destinadas a las becas.
La igualdad de oportunidades es una garantía de una buena gestión de nuestro sistema educativo. Eso nos preocupa y repercute a todos. ¿Por qué una persona con discapacidad auditiva sólo tiene reguladas 10 horas semanales, mientras el resto del alumnado tiene 30 horas? Debemos plantearnos si se han hecho las cosas bien en esta materia. Si no igualamos las cifras no podremos hablar de una educación de calidad con plenas garantías.
Pero este caso no es el único. La aplicación de un sistema de becas restrictivo por parte del Ministerio de Educación del Gobierno de España ha hecho que las administraciones insulares tengamos que suplir la ausencia de inversiones en esta materia. Muchos estudiantes canarios y gomeros han sido perjudicados por un sistema injusto, que prima la desigualdad y el abandono de los centros por parte de los estudiantes con pocos recursos económicos. En este último año, un total de 1.300 alumnos canarios han tenido que dejar sus estudios superiores por ese motivo. Nada más y nada menos que el 20% de los matriculados en las universidades públicas canarias.
Los datos anteriores vienen a confirmar la necesidad de una mayor implicación de todas las administraciones públicas para afrontar los problemas educativos. El Cabildo Insular de La Gomera ya lo ha venido haciendo. El compromiso con cada uno de los estudiantes gomeros nos hizo poner en marcha un conjunto de acciones destinadas a garantizar el acceso a la educación universal, y a la movilidad entre islas para aquellos que se forman en enseñanzas no presentes en La Gomera.
En este año, la Institución Insular ha invertido ya más de 1,2 millones de euros en esta materia: políticas de becas, gratuidad de libros de texto en la enseñanza obligatoria, ayudas al transporte; además de los acuerdos suscritos con las universidades canarias. Es responsabilidad de los organismos públicos competentes el apoyo a los estudiantes y sus familias. En el caso de La Gomera llevamos trece años haciéndolo. Como muestra de ello tenemos a los más de 600 jóvenes que han podido beneficiarse de las ayudas al estudio en el pasado curso. Una aportación económica esencial para aquellos que se han quedado fuera del reparto de las ayudas del Ministerio de Educación y de la Comunidad Autónoma.
No podemos olvidarnos que las becas son un instrumento indispensable para el sustento de los alumnos en sus estancias fuera del hogar familiar. Eso lo saben bien las familias residentes en islas como El Hierro, La Palma o La Gomera. El sobrecoste que supone el desplazamiento al centro universitario de referencia es tan elevado que la asignación de una beca no garantiza el poder afrontarlo. De ahí la necesaria ampliación de la inversión pública para que los alumnos de islas no capitalinas vean reforzadas las partidas que reciben, y puedan hacer frente a los gastos que genera la condición de doble insularidad. Un echo que sigue rompiendo la vertebración del Archipiélago y la cohesión de cada uno de las islas.
Esa falta de una política que fomente el acceso a la educación de todos los estudiantes está haciendo que muchos de ellos abandonen y otros se marchen de nuestro país en busca de una estabilidad de futuro que aquí no pueden encontrar. No debemos ni podemos seguir permitiéndolo. Hay que hablar de un pacto por la educación ideado para suplir las graves carencias que tiene el sistema. De un lado, el análisis y mejora de la programación educativa; y por otro, las inversiones en ayudas y becas al estudio.
En el Cabildo Insular de La Gomera ya hemos iniciado el camino. Ahora toca que el Gobierno de Canarias, y el Gobierno del Estado asuman el incremento de recursos para asegurar el carácter universal de la educación y garantizar que ningún estudiante se quede sin formación por falta de recursos.
*Diputado autonómico y presidente del Cabildo de La Gomera.