En el debate de primera lectura en el Parlamento, ha señalado que la ordenación territorial del archipiélago es «asfixiante», lo que ha llevado al Gobierno a buscar «vericuetos» en el pasado para poder acometer sus propias inversiones.
Ha criticado la «superposición competencial» y el crecimiento de los procesos judiciales por las interpretaciones que genera el «complejo» entramado normativo de las islas, con la Cotmac incluida. «Los cabildos y a los ayuntamientos son instituciones maduras y responsables, a ver si nos enteramos», ha señalado.
En el sector primario, ha dicho que está «esclerotizado» por falta de respuestas a «actividades elementales», y sobre los usos complementarios, no entiende que sea «malo» que en una finca se instale un puesto de venta o un restaurante para vender sus productos.
Ha comentado que la ley permitirá el reparto de la riqueza turística al sector primario, defendiendo que no apoyan que las islas periféricas «sean un solar» pero tampoco «un parque temático» para atraer visitantes.
Curbelo ha dicho que la ley no desprotege el paisaje y simplifica la tramitación, y «no acaba» con la Cotmac, que cambiará de nombre pero solo vinculada al control ambiental de aspectos autonómicos.
Para el también presidente del cabildo gomero, esta ley permitirá impulsar el crecimiento económico y evitar la emigración de muchos jóvenes, con una buena combinación de desarrollo y preservación dependiendo de la coyuntura económica.
No obstante, ha alertado de que falta ficha financiera para ayudar a cabildos y ayuntamientos, la regulación de las energías renovables, y darle un papel más preponderante a las corporaciones insulares. «Si hay generosidad y voluntad, habrá consenso para sacar la ley más importante de los próximos 30 años», ha apuntado