La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias ha advertido este miércoles de que el nombramiento de José Luis Baltar como nuevo consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias potenciará «al máximo» la privatización de la sanidad en el archipiélago.
El colectivo utiliza el símil de «el zorro al cuidado de las gallinas» para describir al nuevo consejero, uno de los vicepresidentes de la Gran Patronal de la sanidad privada en España, la Alianza de la Sanidad Privada Española, y gerente del Grupo Hospitales San Roque de Las Palmas de Gran Canaria desde hace dos décadas, señala en un comunicado.
Además, circunscribe este nombramiento en un contexto en el que en los últimos años tanto las políticas del Partido Popular, a nivel central, como los gobiernos autonómicos de CC y sus socios de distinto signo, «han estado deteriorando el servicio público, un empeoramiento marcado por el auge de la sanidad privada en cuya dirección el nuevo consejero tiene mucho peso».
La Asociación señala que en el Estado, la sanidad privada ha ganado mucho terreno al sector público, pues entre 2010 y 2014, el gasto sanitario público sufrió un recorte de 8.161 millones de euros, según el informe Sistema de Cuentas de Salud 2014, elaborado por el Ministerio de Sanidad, mientras que el gasto sanitario privado creció en 3.983 millones, en ese mismo periodo.
Además, el gasto privado en sanidad creció todos los años desde 2010 con una media anual de un 3,8%, a diferencia de la sanidad pública, que sufrió una caída anual de un 2,8%.
«BENEFICENCIA» PARA EL SECTOR PÚBLICO
En esa línea, insiste en que la sanidad privada «se ha beneficiado de un escenario de fuertes recortes de recursos públicos y Canarias no es ninguna excepción al respecto», y cree que con Baltar «no solo va a continuar en esa línea sino que va a potenciarla al máximo».
En su opinión, su posición de «dominio» del sector privado lo pone en «inmejorables condiciones» para proceder a la transferencia de recursos económicos, vía conciertos o seguros privados, dejando a la sanidad pública el papel de «beneficencia» o de «sanidad para pobres».
«No podemos permitir que el modelo que fue derrotado tanto en Madrid como en Valencia se imponga en nuestras islas», comenta.