La Consejería de Agricultura,Ganadería,Pesca y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias cuenta con un servicio con medios y recursos para la vigilancia y extinción de los incendios forestales que se puedan producir dentro del ámbito territorial de los parques nacionales canarios que,coordinados con los de los cabildos insulares,refuercen los dispositivos insulares existentes,incrementando con ello la capacidad operativa para la salvaguarda de estos enclaves de excepcional valor ecológico.
Así,ha venido dotando,de forma continuada y permanente a lo largo de los años,y en la época del año de mayor riesgo de incendios (desde mediados de junio a mediados de septiembre) de un dispositivo para la vigilancia y extinción de incendios forestales a los parques nacionales canarios del Teide,Caldera de Taburiente y Garajonay. Este dispositivo actúa bajo la dirección técnica de personal de los parques con el apoyo de los agentes medioambientales y forestales de cada unidad y de forma coordinada con los dispositivos de incendios de los cabildos insulares.
La organización de este dispositivo incluye los servicios de prevención,detección y extinción de incendios forestales. El dispositivo de incendios de cada parque está diseñado en función de unas unidades básicas,que están integradas por un determinado conjunto de medios humanos con su categoría profesional y formación específica,y en algunos casos,por el medio de transporte que se le asigna a estos servicios.
Estas unidades básicas son retenes de extinción diurnos y nocturnos,vehículos pesados contra incendios de 3.000 litros de capacidad,vehículos ligeros todo terreno de intervención rápida de 400 litros,vigilancia móvil y fija y apoyo técnico para el curso de formación.
En el Parque Nacional del Teide el objetivo del operativo de lucha contra incendios forestales es proteger el valioso ecosistema de alta montaña macaronésica que alberga,mucho más sensible a los efectos del fuego que el pinar canario,ya que su recuperación exige decenas de años,además de albergar especies únicas en el mundo. Con un costo de 715.000 euros,cerca de 75 personas (técnicos,agentes medioambientales y forestales,coordinadores,capataces,conductores…) estarán dedicadas día y noche durante la campaña estival a prevenir y,en su caso,extinguir,cualquier conato de incendio que se produzca,intentando evitar que se convierta en un incendio de grandes proporciones.
Otro tanto de lo mismo ocurre con el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente,que con un presupuesto para 2011 de 683.755 euros,destinará 50 personas a estas labores durante cuatro meses,periodo que transcurre desde el 15 de junio al 15 de octubre del presente año,y dos conductores para el resto del año. De esta manera,se trata de proteger este espacio natural,que alberga una estructura singular de excepcional interés geomorfológico y gran valor paisajístico,y cuya muestra de pinar climácico de su interior,además de contribuir al mantenimiento de la biodiversidad,representa uno de los sistemas canarios más genuinos con poblaciones vegetales amenazadas y hábitat único de varios endemismos.
En el Parque Nacional de Garajonay el objetivo es proteger las formaciones de laurisilva que son muy sensibles al fuego,ya que la recuperación de un bosque maduro afectado por el fuego puede llevar más de un siglo. Con un coste de 726.000 euros,un dispositivo formado por unas 70 personas realizan funciones de vigilancia,tanto fija como móvil,prevención mediante trabajos de eliminación y control de combustibles en lugares estratégicos y,en su caso,extinción de conatos e incendios forestales.