Sí se puede exige que el Concurso de Silbo Gomero que organiza el Cabildo Insular para el Día de Canarias, se trabaje de acuerdo con la categoría e importancia que este patrimonio tiene y requiere, ya que su novena edición, celebrada el pasado 27 de mayo, en la plaza de Las Américas de San Sebastián de La Gomera, «fue la confirmación de que se está trabajando inadecuadamente con este bien de interés cultural».
El citado concurso discurrió este año con una participación, a juicio de la formación ecosocialista, «muy escasa, ya que se presentaron tan solo tres parejas por cada modalidad, adulta e infantil, con el objetivo de ganar el galardón a mejores silbadores».
Para la portavoz de Sí se puede, Guacimara Navarro, «el concurso de silbo gomero debe ser un evento de enorme relevancia, en el que silbadores de toda La Gomera y de toda Canarias se den cita para medir su destreza. Este sábado pudimos observar cómo la improvisación y la falta de ganas iban marcando el ritmo del concurso».
Navarro también hace alusión al número de participantes cuando expone que «no entendemos cómo pueden haberse apuntado tan pocas personas al concurso si se supone que hay clases de silbo gestionadas por el Cabildo en diferentes lugares de la isla. Esto es un síntoma más de la falta de organización por parte de la institución insular».
También desde la formación asamblearia alertan del perfil de los miembros del jurado, entre los que se echaba en falta a maestros silbadores como Isidro Ortiz o Lito Vera para completar así el criterio junto a los monitores de las aulas de silbo que conformaban el equipo de jueces.
El silbo gomero vive un importante auge fuera de la isla de La Gomera. A juicio de Sí se puede la labor realizada en centros como el colegio de la Matanza por Rogelio Botanz, demuestra que se puede enseñar sin perder la seña identitaria del silbo gomero, preservando este patrimonio fuera de la Isla. Recuerdan que precisamente dos parejas de ese municipio fueron las vencedoras del presente concurso.
«Sabemos que el aprendizaje del silbo despierta interés en toda Canarias y creemos que este concurso podría y debería ser un punto de encuentro para reunir silbadores de todo el archipiélago» apunta la portavoz. Y añade: «así se podrían unificar criterios y evitar algunos fenómenos alejados de la práctica adecuada de nuestro lenguaje silbado, que se están dando con regularidad y con alta participación dentro y fuera de La Gomera».
«Recordemos que el silbo gomero es el único lenguaje silbado declarado patrimonio inmaterial de la humanidad» insiste Navarro.
Según explican desde Sí se puede, en el concurso no hubo una estructura sobre el desarrollo del evento, las normas no fueron expuestas claramente y los criterios para emitir los mensajes eran improvisados dependiendo de la habilidad de los silbadores. Más llamativo, señalan, fue observar cómo no se tenía preparado un obsequio específico de recuerdo a los vencedores, más allá de los cheques que tenían que recoger dos días después en el Cabildo.
«Desde Sí se puede entendemos que se pueden hacer las cosas con más rigor y más cariño, y máxime teniendo en cuenta el bien patrimonial que el silbo representa» expone Guacimara Navarro, quien finaliza diciendo: «la puesta en marcha de las aulas de silbo no es suficiente y se hace necesario de una vez que comience a funcionar la Escuela Insular de silbo gomero para gestionar todo lo que atañe a este bien patrimonial en La Gomera y fuera de ella».