POR RAMÓN LUIS RAMOS.- HOy 16 de septiembre hace 44 años de un hecho histórico para la Gomera,el paso del fuego de unas olimpiadas por nuestra isla. Como huella en el tiempo de aquel acontecimiento se erige al final de la playa de la cueva la escultura de un pebetero diseñado por el maestro Ezequiel de León y que se encuentra situado en el mismo lugar donde estuvo el que acogió la llama en 1968,si bien es verdad que en el año 2005 tuvo que ser retirada durante un año para ser reparada tras sufrir un percance.
El por qué de que en San Sebastián se tenga este monumento como recuerdo al paso del fuego olímpico en 1968 es el siguente:
El comité organizador de los juegos olímpicos de México 1968 (del 12 al 27 de octubre) había trazado el recorrido de la antorcha,o mejor dicho de las 3000 antorchas que se necesitaron para completarlo,con un sólo objetivo,poder seguir la ruta de Cristóbal Colón en su primer viaje al nuevo mundo,simbolizando con ello la unión de las culturas clásicas del Mediterráneo con las de América,recordando también los eventos asociados al Descubrimiento.
El 23 de agosto de 1968 se encendía en Olimpia el fuego olímpico que desde Grecia partía hacia Génova,Barcelona,Madrid,Sevilla,Huelva (Palos de la Frontera) desde donde se embarcaría en la corbeta “princesa” hasta Gran Canaria (donde en principio no tenía previsto arribar) para a continuación desembarcar en la Gomera.
El fuego Olímpico salía de Palos el 12 de septiembre ,llegando a Gran Canaria el 14 y arribando en el puerto de San Sebastián el 16 del mismo mes a las 9 de la mañana,siendo recibida por barcos engalanados ,autoridades y según escribe el cronista de la época por mucha gente de la isla que acogió su llegada con una salva de aplausos “como si fuera domingo de Ramos o de Carnaval”,además también se encontraban esperándola un grupo folklórico y un ramillete de deportistas que serían los encargados de trasportarla más tarde por las calles y plazas de la villa,entre ellos se encontraba,según ha podido saber este medio,como uno de los adolescentes porteadores de la llama Jose Hernández Padilla,hoy empresario ,una vez hubo desembarcado a los sones del himno nacional y puesta en tierra firme.
Así lo narraba Luis de Diego,enviado especial de Pyresa que viajaba en la embarcación junto al fuego olímpico “Encendida la primera antorcha,recorrió San Sebastián y su contorno,pasó por la casa donde viviera Colón; amores de marinero y sueños de visionario antes de su aventura,se asomó al pozo en que se llenaron los barriles de las carabelas y dio un vistazo a la ermita donde los navegantes oyeron la misa del adiós. Luego,a través del túnel abierto en las rocas que comunica al puerto con la rada de la Cueva del Conde,corrió por la explanada donde se va a descubrir el Club Náutico de la Gomera,obra,ambiciosa si las hay y a lo largo de la difícil cornisa que lleva al último saliente del Roque del Castillo del Paso,alcanzó su base,cercada por las olas y subió hafcta su cima,batida por el viento.
El acto tan sólo duraría tres horas,pues a las 12:15 del mediodía,y con el fuego matriz ya en la corbeta “princesa” y con la llama viva en el Roque de la antorcha tras la visita,el buque de la armada ponía rumbo a la isla de San Salvador (Bahamas) no sin antes escuchar a los silbadores de la isla desearle buen viaje hacia tierras Americanas.
A pesar de ello fueron estos juegos de México los que más protagonismo dieron a la Gomera,no sólo por el paso de su fuego olímpico sino por ser en ellos cuando se da la única participación directa de un deportista de la isla en unas olimpiadas en toda la historia. Se trata del boxeador Antonio Marcos Chinea,natural de Agulo y que en aquella época contaba con 18 años siendo sus números 1’68 Kg de peso y 1’74 metros de altura. Ya en las olimpiadas le apodaron “ el benjamín” por su complexión menuda y por su edad.
Antonio,sería eliminado en segunda ronda ya en los juegos a los puntos por el nigeriano Jonathan Dele en combate disputado en en el Arena de México,recinto que que hoy en día aún perdura y que con sus 17.678 espectadores es utilizado en mayor medida para la lucha libre. El gomero fue internacional en 4 ocasiones con la selección española.
Disputaría un total de 31 combates con 23 victorias,5 nulos y 3 derrotas. Además se proclamó campeón de España del peso ligero aficionado individual y con la selección de Tenerife campeón de España por equipos,en 1970 debutaba como profesional para colgar los guantes 4 años después. En el año 2008 recibía por parte de la asociación de la prensa deportiva de Tenerife,al igual que el resto de deportistas que habían sido olímpicos hasta ese momento un homenaje de reconocimiento por su participación en esta olimpiada,la única que se hasta el momento se ha celebrado en suelo sudamericano,hasta la próxima que será en Brasil 2016.
El fuego olímpico ya no asoma en lo alto del pebetero de su Antorcha pero como testigo mudo de un tiempo sigue teniendo el significado que los valores de los juegos encierran en sus anillos y que quizás las gentes de otros tiempos supieron enaltecer y reconocer como el último peñasco hacia un mundo desconocido y que el valor de enfrentarse a él para los que vinieron y el éxito de tener tan cerca el verdadero sentir de los juegos para los que se quedaron,hicieron que 3 horas de visita dejaran en la Gomera un hecho que merece ser recordado..
Nuestra Antorcha cumple 44 años de historia cegada en nuestros días por los amaneceres de cada mañana detrás del Teide,pero justo sería reconocer,quizás cuando tenga 50 allá en 2018,que una de las actividades de esas Fiestas Lustrales dedicara al menos 3 horas de gloria a recordar el por qué de uno de los monumentos más populares de nuestro pueblo,La Antorcha
NOTA DE LA REDACCIÓN: En www.gomeradeportes.com está el reportaje publicado de forma íntegra incluyendo fotografías relativas a la época.