Un informe preliminar sobre el incendio ocurrido en La Gomera este verano propone,entre otras medidas,un programa interpretativo sobre el bosque quemado dirigido a la población local y a los visitantes que aborde el problema de los incendios,sus repercusiones y la probable evolución y comportamiento del ecosistema que deberá realizarse en colaboración con los agentes turísticos para hacer,»en la medida de lo posible,del desastre una oportunidad»,además de una labor educativa a la sociedad.
El documento explica que el incendio afectó a una parte «importante» de las medianías y cumbres del sur de la Isla,alcanzando las proximidades de la costa a través del barranco de Valle Gran Rey y llegando al norte en el barranco de los Gallos. La superficie total afectada ronda las 2.830 hectáreas (7,6% de la isla) de las que 734 corresponden al Parque Nacional de Garajonay (18,4%). Las zonas más afectadas del parque fueron la vertiente sur y el entorno del Alto de Garajonay,cubierto por bosques más jóvenes.
Quedaron afectadas siete especies de flora protegida y también se produjeron daños en equipamientos e infraestructuras.
Entre otras actuaciones,el informe propone implantar actuaciones para controlar la erosión del suelo -lo que califica como una de las «mayores» preocupaciones-,de repoblación forestal en áreas con insuficiente regeneración natural y otras actuaciones complementarias,como la reparación de pistas,caminos,señalización y otros equipamientos,así como de poblaciones de especies de flora amenazada afectadas.
Además,sugiere la realización de un estudio del impacto del incendio en el ciclo hidrológico de la isla en la recarga de sus acuíferos y en la erosión e iniciar un programa de seguimiento ecológico de áreas afectadas por el incendio.