Su naturaleza enamora, su cultura atrapa y sus sabores son unos de los manjares mejor valorados de la isla. Conocer La Gomera es abrirse a degustar su dulzor que se entremezcla con los sabores de los quesos, el vino, las galletas, el gofio, las tortas y las mermeladas. Obras de un esfuerzo constante de las manos de mujeres y hombres que han sabido moldear estos productos como si de una escultura se trataran.
La llegada de las fechas navideñas son el mejor pretexto para sacar los moldes y encender los hornos, pero hay quien lo hace habitualmente, pues son cada vez más las empresas de productos agroalimentarios que inician su andadura en la isla. Un sector en auge que une la calidad y el valor artesanal, bajo el paraguas de Alimentos de La Gomera.
El presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, coincide en destacar las singularidades de la gastronomía insular, “caracterizada por unos sabores propios que parten de una rica materia prima y que nos colocan en una posición destacada a nivel nacional y regional”. Suscribe que el compromiso de los productores y la aceptación comercial “han sido parte del éxito para que hoy la isla se identifique con buenos vinos, gofios y también miel de palma”.
No es difícil recorrer las islas e identificar uno de estos productos, pues en los establecimientos de Canarias siempre destacan los sabores gomeros. Reconocidos chefs insertan en sus recetarios estos manjares y medios nacionales dedican espacio a los tesoros gastronómicos insulares. En este contexto, Curbelo asegura que la coordinación de acciones y la creación del sello de calidad ha facilitado el trabajo, al lograr aglutinar a cerca de medio centenar de empresas dedicadas a la producción y venta de estos productos, siguiendo el Reglamento de Uso de la marca.
En estos últimos tiempos se han sucedido las distinciones a productos insulares como es el caso del gofio, cuya producción gomera ha sido galardonada en años sucesivos con el premio de Mejor Gofio de Canarias. Situación similar viven los vinos con crecimiento en el volumen de ventas, sin olvidar el ‘oro líquido’ de la miel de palma, que abre fronteras más allá del continente europeo.
Consolidar este panorama positivo se presta a tener una planificación acertada, algo que para la consejera de Desarrollo Rural y Sector Primario, Angélica Padilla, es otro de los factores de éxito. Adelanta que ya se trabaja en la renovación de la marca, que tendrá una nueva imagen corporativa, al igual que una actualizada plataforma digital que aspira a ser un punto de comercialización online.
El escaparate de sabores gomeros fue uno de los más visitados en la pasada edición del Festival Enogastronómico de Lanzarote, en el que la isla participó con stand institucional en el que condensó un abanico de productos que levantaron la mirada a todo aquel que se acercaba al rincón dedicado a La Gomera. “En estos eventos es cuando más valor le damos a la producción insular, porque vemos el interés que despierta”, afirma.
Guardar el secreto tradicional de la preparación de algunos de los manjares siempre ha sido cosa de abuelas y madres, pero los cambios generacionales han incorporado a hijos y nietos a la sabiduría gastronómica. Gran parte de las empresas actuales nacieron en este contexto y ahora son el vivo reflejo de iniciativas familiares. Aunque, en estas fechas son muchos los que, no dedicándose profesionalmente a la producción, buscan un hueco en Navidad para deleitar los paladares, por ejemplo, con una torta de vilana. Esta es la esencia de una isla, que es un rincón de sabores.