ELDIARIO.ES.- Pedro Sánchez ha sido elegido presidente del Gobierno con la mayoría simple del Congreso con 167 votos a favor frente a 165 en contra. A pesar de los llamamientos que se han producido en las últimas horas desde la derecha, la votación ha salido como estaba previsto, pese a los llamamientos de la derecha para que algún diputado «valiente» del PSOE se opusiera a la investidura. El Parlamento ha otorgado la confianza al candidato socialista con los votos de su partido, Unidas Podemos, PNV, Más País, Compromís, Teruel Existe, Nueva Canarias y BNG y la abstención de ERC y Bildu, que suman 18 diputados. En los votos en contra tampoco ha habido sorpresas: PP, Vox, Ciudadanos, JxCat, CUP, UPN, PRC y Coalición Canaria, como anunciaron estos dos últimos en la recta final del proceso de investidura.
A la segunda votación, que tal y como establece la Constitución se celebra 48 horas de la primera si el candidato no obtiene mayoría absoluta, los 350 diputados han llegado con un ambiente muy crispado tras el encendido debate del sábado y el domingo. La derecha ha anticipado una legislatura hostil contra el próximo Gobierno de coalición. Sánchez, que ha acabado su discurso como lo hizo el sábado, ha reclamado a la derecha que abandonen el «clima tóxico». «No les compensa seguir en el berrinche indefinidamente, daña algo muy importante que se llama convivencia», ha afirmado el candidato socialista, que ha parafraseado a Manuel Azaña para recordar a PP, Ciudadanos y Vox que «nadie tiene derecho de monopolizar el patriotismo».
Sánchez, que ha comenzado su intervención tras una larga ovación de los diputados socialistas –en pie– y de Unidas Podemos, se ha comprometido, en primer lugar, a poner en marcha una modificación de la Constitución para que se eviten en el futuro los bloqueos parlamentarios a la formación de Gobierno. Para el líder del PSOE, solo hay dos opciones: «O coalición progresista o más bloqueo para España».
«Cinco elecciones con el mismo resultado no son una coincidencia, se llama democracia», ha aseverado Sánchez, que ha dejado claro que la que propone es «la única opción de gobierno posible». Por eso ha pedido a la bancada de la derecha –tras esbozar las líneas maestras del futuro Ejecutivo, que abandone la «irritación» y el «clima tóxico»: «No les compensa seguir en el berrinche indefinidamente, daña algo muy importante que se llama convivencia».
Insultos de «ultra» contra Sánchez
Los 155 diputados que suman PSOE y Unidas Podemos han aplaudido su discurso en pie antes de que interviniera Pablo Casado, quien prácticamente nada más empezar a hablar le han interrumpido con «vivas al rey» cuando se ha atribuido la defensa de las instituciones, el líder del PP comenzaba su intervención reivindicando la Constitución y la figura del jefe del Estado. Ha apelado de nuevo a las víctimas del terrorismo para «defender su legado».
Casado ha mantenido durante su turno de intervención las palabras gruesas y el ataque sin tregua al nuevo Ejecutivo. El presidente de los populares ha considerado que Sánchez «mintió» durante la campaña al no anunciar que formaría el «Gobierno más radical de la historia». «Hemos tenido que presenciar un chantaje en directo de un partido cuyo líder está en la cárcel», ha añadido Casado en referencia a ERC.
El líder del PP ha acusado al socialista de querer «rebasar» el régimen del 78. «Debería saber que no hay más poder legítimo que el que otorgan las leyes», le ha dicho a Sánchez, añadiendo que sus «socios» representan «una excepción a la democracia». En su escalada de insultos que también repitió el pasado sábado, Casado ha llamado a Sánchez «ultra» y le ha dicho: «Su única patria es usted».
El fantasma de ETA
«Nosotros nunca propondremos que el miedo cambie de bando, porque no tenemos bando», ha zanjado Casado, para concluir su intervención diciéndole a Sánchez que «no puede gobernar contra media España ni cometer la irresponsabilidad de recuperar los fantasmas del pasado. Ni barricada, ni trinchera, calle abierta. Queremos convivir, sin medio y sin ira». Y ha anunciado que va a constituir una nueva «reagrupación nacional de los constitucionalistas» en los próximos años.
«Viva el rey y viva España», ha sido el final del discurso de Santiago Abascal. Durante su intervención, el presidente de Vox ha vuelto a cargar contra el candidato socialista y los grupos que facilitarán la investidura. Abascal ha calificado como «matrimonio entre la mentira y la traición» a los acuerdos que van «a engendrar el Gobierno de Pedro Sánchez».
La defensa de la monarquía
Manteniendo el mismo tono defendido durante la intervención del sábado el líder de la extrema derecha ha asegurado que el líder socialista «quiere presidir un Gobierno ilegítimo» que «ha utilizado las instituciones para la investidura». «Lo que muchos españoles no sabían es que la compañía aseguradora de la investidura se llama ETA».
En pie han recibido a Pablo Iglesias las bancadas del PSOE y el grupo confederal. Nada más comenzar ha agradecido su presencia a la diputada Aina Vidal, enferma de cáncer. Las dos bancadas se han puesto de nuevo en pie y también otros grupos han aplaudido a la parlamentaria catalana, visiblemente emocionada.
El líder de Unidas Podemos ha respondido a los gritos de ‘viva el rey’ que han incluido Pablo Casado y Santiago Abascal en sus intervenciones. «Si quieren ustedes defender la monarquía eviten que la monarquía se identifique con ustedes. Si algo sabía Juan Carlos I, que venía de donde venía, es que solamente alejándose de la derecha la institución podría pervivir. Tal vez se hayan convertido en la mayor amenaza para la monarquía en España», ha espetado Iglesias desde la tribuna.
El futuro vicepresidente del Gobierno también ha leído un mensaje de Rosa Lluch, hija del asesinado por ETA Ernest Lluch, a los parlamentarios de las bancadas del PP y Vox. «No hablen ustedes en nombre de las víctimas del terrorismo. Basta ya de usar nuestro dolor en su beneficio», ha reproducido Iglesias.
ERC: «Me importa un comino la gobernabilidad»
La diputada republicana Montse Bassa, hermana de la exconsellera encarcelada Dolors Bassa, ha sido la encargada de fijar en esta ocasión la posición del grupo que lidera Gabriel Rufián. Se ha reafirmado la apuesta de ERC por una abstención que permitirá la investidura por su apuesta a favor del diálogo y de buscar una solución negociada al conflicto catalán. Pero, según ha advertido la diputada, le importa «un comino la gobernabilidad de España» mientras su hermana está en prisión.
A pesar de la confirmación de que facilitarán la investidura, la hermana de la presa se ha mostrado muy dura con el PSOE, a quien ha tachado de «cómplice de la gran mentira de la violencia en Catalunya». «Si los presos políticos están en la cárcel es porque ustedes quieren que estén allí», ha dicho Bassa. «Prefieren golpear y encarcelar antes de reconocer un derecho democrático como la autodeterminación. No es la ley, son ustedes», ha pronunciado la diputada republicana, que ha recibido los abucheos de la bancada de la derecha.
La portavoz de JxCat, Laura Borràs –grupo que ha abandonado el hemiciclo durante la intervención de Abascal–, ha reafirmado desde el atril el rechazo a la investidura que de nuevo votará su partido este martes. «No podemos votar en contra de Catalunya y a favor de la represión», ha asegurado la diputada, que sin embargo ha tendido la mano a Sánchez si pasa «de las palabras de diálogo a los hechos» y si no se tratan de medidas «cosméticas».