POR ANTONIO DÍAZ.- El próximo 31 de diciembre,Francisco García Serafín pasa a situación de jubilado tras 36 años de servicio como chófer oficial del Cabildo Insular de La Gomera. Deja atrás una trayectoria impecable,llena de anécdota y siendo testigo de los acontecimientos más importantes acaecidos en su Isla natal desde el año 1976.
Comenzó conduciendo un coche Mercedes Benz, propiedad del Cabildo de Tenerife cedido provisionalmente al de La Gomera y cuya matrícula recuerda perfectamente: Tf-21.094. En aquella época la Institución a la que aún hoy pertenece, contaba con un Peugeot muy antiguo,que ya en 1976 no reunía condiciones para el traslado de autoridades ni para ningún servicio público.
Francisco García se incorpora a su trabajo en sustitución de Don Daniel Trujillo,que por razones de enfermedad en aquel momento,lo fue a buscar a su domicilio para sustituirlo en sus labores como conductor de Don Jaime Vega,presidente que era en ese instante del Cabildo de La Gomera. “Toda la vida le agradeceré aquel detalle a Don Daniel”,señala García Serafín con nostalgia,afirmando que “primero comenzó a trabajar con un contrato de seis meses y con posterioridad me presenté a las oposiciones incorporándome ya como funcionario”.
Este hombre,nacido en Agulo en el seno de una familia humilde,con 29 años dejó de conducir el camión de su padre a tener la responsabilidad de ser chofer oficial,estando a partir de aquel momento bajo las ordenes directas, primero del Presidente Vega durante apenas ocho días,a continuación de José Bencomo Mendoza,que al resultar elegido senador fue sustituido por Eliseo Plasencia. Llegó la Democracia y se incorporó,Antonio Plasencia,nuevamente Eliseo Plasencia y Luis Izquierdo y después Ramón Jerez y por último,Casimiro Curbelo con el que lleva ya 21 años de servicio.
Cuenta Francisco García Serafín que en sus inicios,el Cabildo de La Gomera tenía muy poco personal. “Fíjese –señala—que en el departamento de Vías y Obras estaba solamente Don Esteban Padilla y Don Antonio Duque,además de un ingeniero que venía de Tenerife solamente para los plenos. Luego,había un interventor que era Don Antonio Padilla,el señor Mesa que hacía de Depositario,Doña Eleni y Don Cándido en Secretaría. Yo como chófer hacía allí de todo…eran otras épocas y otros momentos…”.
La primera autoridad del exterior de la Isla a la que prestó servicio oficial fue a Manuel Fraga. De ‘Don Manuel’, recuerda que ya conocía La Gomera a raíz de la inauguración del Parador de Turismo y entonces venía de vacaciones con su mujer,Doña María del Carmen Estévez,. El chófer hace alusión a los titulares de la prensa en aquellos días, que señalaban como el ex Ministro de Turismo de España y ex presidente de la Junta de Galicia recibió como homenaje del Ayuntamiento de San Sebastián una calle a su nombre,concretamente la que actualmente se conoce como ‘El Tanquito’. Curiosamente Fraga regaló a Francisco García Serafín una publicación dedicada, que llevaba por título ‘Libro Blanco para la Democracia’.
A lo largo de estos 36 años de vida laboral han sido muchos e ilustres los personajes con los que el Chófer del Cabildo de La Gomera ha tenido que lidiar. Tras Fraga, vino Adolfo Suárez como presidente del Gobierno,prestándole servicio en la dos visitas que hizo a la Isla. La primera de ellas, estuvo relacionada con el Aeropuerto Insular y más tarde con unas fiestas de la Patrona,Nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Recuerda Francisco García Serafín como fue recibido por el que estaba de Presidente en ese momento,Eliseo Plasencia, concretamente en el año 1978. “Suárez era un hombre serio,pero muy cordial –señala— y mientras lo llevaba a Playa de Santiago comentaba lo mucho que le gustaba el paisaje que iba viendo a través de la ventanilla del coche,especialmente los barrancos y los roques que dejábamos a nuestro paso”.
A continuación durante meses y años sucesivos,vinieron muchas más autoridades. Cabe destacar entre ellas a Don Juan Carlos y Doña Sofía como príncipes y luego como reyes. Así, como sus hijos,la Infanta Cristina o el propio Príncipe Felipe,que en una ocasión le pidió el jeep del Cabildo para introducirse en el Parque Nacional de Garajonay con motivo de la grabación de la serie de TVE ‘La España Salvaje.
Con respecto a S.M. los Reyes,en la primera visita no utilizaron el coche oficial pero en la segunda si. “A mi lado,viajaba un comandante –el Ayudante de Campo—y Sus Majestades lo hacían en la parte trasera del vehículo. Ellos me preguntaban cosas de la Isla y me hacía gracia,ya que el Rey me llamaba Paco,ya que se quedó con mi nombre cuando me los presentaron en el Muelle a su llegada al objeto de ponerme a su servicio”.
El Rey tenía curiosidad sobre “el valle donde se había producido el incendio que afectó a la Isla, y así de varias cosas más que eran de su interés”. Continúa Francisco García con su relato señalando que “a la Reina le habían regalado un ramo de flores y me hizo un encargo. Me comentó que era imposible llevarlas en el viaje de vuelta sin que se estropearan y entonces me encargó que acercara el ramo a la Virgen de Guadalupe y esa misma tarde,cogí mi coche particular y lo acerqué hasta el Santuario de Puntallana como ella me había solicitado”.
La visita de Don Juan de Borbón
Una de las visitas que mejor recuerdo le queda en su memoria al chófer oficial del Cabildo de La Gomera tras su dilatada vida laboral,es la de Don Juan de Borbón,Conde de Barcelona y padre del Rey. “Era una persona entrañable –señala—estuvimos tres días dando vueltas a La Gomera”.
“Recorrimos absolutamente todos los lugares de la Isla y especialmente el monte. Uno de esos días pasamos por Epina y de allí recuerdo una anécdota que jamás olvidaré,ya que se me ocurrió invitarle a que probara ‘Parra de La Gomera’,se quedó sorprendido por su sabor,me miró y me dijo: Pancho tíreme eso aquí –en referencia a una petaca que llevaba encima con licor como buen hombre de mar– y llénemelo de esto”. Don Juan se pasaba mucho tiempo sentado debajo de los árboles cuando hacíamos las paradas en el camino, miraba al mar y recuerdo como me comentaba que había pasado muchas veces por la costa norte de La Palma y de La Gomera en barcos cuando iba rumbo a Portugal. Me llamaba la atención cuando se quitaba la chaqueta como estaba lleno de tatuajes,característico de los viejos marineros y me sorprendió su sencillez y lo campechano que era”.
Francisco García Serafín ha tenido por bandera durante sus 36 años de servicio “la discreción,la absoluta discreción sobre centenares de conversaciones escuchadas inevitablemente en el coche oficial”. Este chófer de los que ya quedan pocos con categoría de funcionarios en la Comunidad Autónoma,es consciente de que los tiempos han cambiado y mucho.
“Antiguamente existía una forma diferente en todo lo concerniente al Cabildo Insular. Antes –indica—ir a hablar con un Presidente era algo como muy extraño,ahora ya es otra cosa. Realmente en estos momentos existe más cercanía a la gente y eso lógicamente cambia las formas de trabajar y de actuar de la propia Institución”.
También existen recuerdos imborrables que “desde luego nunca me hubiera gustado vivir” como los momentos relacionados con aquel incendio de La Gomera del año 1984. “Me llegan imágenes que prefiero no mencionar pero desde luego nada agradables”.
Francisco García Serafín,es consciente que la mañana del 1 de enero de 2013,no será un día cualquiera. Durante la entrevista y fuera de ella también,afirma estar convencido que empieza una nueva etapa. “Tengo que darme cuenta que también dejo atrás muchos años de servicio,pero que ahora tendré mucho tiempo para mí y mi familia,me dedicaré más de lleno a mi finquita en Tamargada,disfrutaré más de mi nieto,viajaré y seguiré al servicio de lo que haga falta” añade con cierta nostalgia.
En su memoria siguen aflorando recuerdos y vivencias,amigos que algunos de ellos ya no están y muestra orgullo propio cuando afirma que “me voy satisfecho por haber ofrecido a los siete presidentes la máxima confianza. Cada uno de ellos puede saber que las vivencias acontecidas juntos durante horas y horas juntos,se quedarán conmigo como buenos recuerdos y conmigo morirán, siendo fiel a la máxima atribución que tiene un chofer oficial: la discreción y la lealtad a aquellos, que con esfuerzo,dificultades,limitaciones económicas y mucho trabajo han podido ir sacando poco a poco a esta Isla hacia adelante dentro de las posibilidad de cada momento”.